Antes de nada, para hablar de realidad, me gustaría contextualizarla en nuestro interior. Nuestra realidad puede ser diferente para cada persona, ya sea por el momento que vivimos, la época, el entorno; las cosas que suceden alrededor, pueden modificar nuestra realidad?
Por ejemplo, si cerramos los ojos y nos imaginamos un rio, cada persona imaginará y definirá su rio; aunque la palabra es la misma, cada persona tiene su idea de este rio, que viene determinada por la propia experiencia vital, quizás por la primera vez que lo vimos, que lo tocamos, por quién nos acompañaba en ese momento?… Si hablamos con las personas próximas, nos daremos cuenta de que cada una de ellas tiene un concepto de la misma palabra.
Nuestra realidad también puede estar modificada por la regularización de los neurotransmisores; por ejemplo: si tenemos el cortisol muy alto, nuestra visión será más negativa, por la percepción de la necesidad de sobrevivir al peligro; en cambio, si el cortisol está más regularizado, dentro de los niveles de tolerancia, la vida la veremos de otro color.
Aceptemos nuestra realidad, aquí y ahora; es efímera pero a la vez intensa: cada paso que damos es una nueva huella; como una nueva realidad de lo que hemos vivido y de aquello que nos queda por vivir. «En realidad, momentos intensos y reales pueden ser percibidos como tales.»
Nos es muy fácil juzgar a los otros partiendo de nuestra realidad, pero tengamos presente que nuestra locura puede ser la realidad de otra persona. Como ya hemos comentado antes, nuestra historia nos puede determinar, como también nos determinan los traumas que hemos sufrido o percibido a lo largo de nuestra vida. A veces nos hacen ver la realidad de una forma u otra desde una conciencia o desde otra.
Muchas veces necesitamos apegar-nos a nuestros sueños para poder crear nuestra realidad. En situaciones complicadas es muy importante utilizar estrategia como hacer volar la imaginación, la creatividad, inventar otro mundo, otro momento… y situar la mente en otro espacio. Aprender a mentalizar también es aprender a crear otra realidad para sobrevivir a las adversidades, salid fortalecidos y disfrutar más de la realidad que estamos percibiendo. La realidad es relativa? cómo el placer? el dolor? que percibimos y cada uno de nosotros tiene su ventana de tolerancia.
Todas las personas tenemos el deseo de apegarnos a la realidad, de acercarnos a ella, de intervenirla para poder llevar a cabo los propios deseos, objetivos , valores… para terminar creyendo que se trata de necesidades más o menos básicas. Puede comportar una manera de tomar una decisión, una manera de levantarse por la mañana para poder conducir nuestro velero hacia nuevos rumbos, nuevas tierras que conquistar, simplemente valorar aquello que tenemos… pero muchas veces, esta realidad no concuerda con nuestros deseos y, cuando esta no nos gusta, qué pasa? Nos frustramos? Buscamos nuevas realidades? Qué nivel de adaptación tenemos? Seremos capaces de equilibrar nuestro sistema polivagal?
Emocionalmente puede resultar complaciente o devastador, puede comportar un esfuerzo increíble ir contracorriente aunque no lo encontremos necesario para vivir el presente; el aquí y ahora, nos ayudan a empezar este nuevo rumbo que quizás no siempre fluye como nos gustaría.
Podemos afirmar que la realidad es objetiva porque la podemos tocar, subjetiva porque la percibimos y constructiva porque la edificamos a partir de aquello que vivimos en nuestra sociedad.
Los modelos que utilizamos para construir una realidad son: el idealista (la mente), el mecanismo (la estructura) y el dialéctico (el constraste de ideas). Tenemos una tesis, hacemos una contratesis, argumentamos, llegamos a conclusiones y volvemos a idear una antitesis… y vamos repitiendo este proceso hasta construir la realidad que concuerde con el todo.
Tomémonos un momento y encontremos nuestro rio, el que nos llena, el que nos satisface… Disfrutando de nuestra realidad…?
Disfrutemos del rio y de nuestra capacidad de resiliencia.